Cuando vio el espeso humo, rápidamente buscó el móvil. Tomó un vídeo, que se apresuró a publicar en Twitter. Esperó inquieto a que lo laiquearan y retuiteran. Imaginó que se convertía en trending topic. Ni por un segundo pensó en la gente que, desesperada, gritaba dentro del edificio en llamas.
Microrrelato publicado en Cincuentapalabras.com