jueves, 2 de noviembre de 2017

No te gusto

Estábamos sentados en el sofá viendo la tele cuando de repente me dijo:

–No te gusto.

La miré sorprendido.

–Sí me gustas –respondí abrazándola.

Ella parecía enfadada. Rechazó mi abrazo y repitió:

–No, no te gusto. Sé que no te gusto.

Y tuve que comérmela para demostrarle que me gustaba.