viernes, 17 de noviembre de 2017

Exhibicionismo

Pensó Cenicienta que nada pasaría si se quedaba en la fiesta pasadas las doce de la noche. Se lo estaba pasando tan bien.

En el instante en que sonaron las campanadas, se esfumaron sus zapatos de cristal y su vestido de seda. Y la guardia real la detuvo por exhibicionismo.