martes, 31 de octubre de 2017

Microcuentos

Murió a los 80 años y vivió unos diez.
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Caperucita se ha retrasado. Ya ha salido la luna cuando llega a casa de su abuelito. Lo encuentra transformado.
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HISTORIA VIRTUAL
Balzac se prepara la enésima taza de tila. Un párrafo más y acabará su primera novela. Le llevará una semana terminarla.
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Para mí fue una sorpresa que Lola me invitara a subir a su piso para tomar un café. Acepté, sí, pero le pedí una tila.
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–¿Quieres subir a casa y te preparó un café?
–Preferiría una tila.
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Le salió un sarpullido. Su cuerpo parecía un campo de amapolas. El marciano estaba inquieto.
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Como ha prometido que bailará sobre mi tumba, he pedido que quemen mi cuerpo y que arrojen las cenizas al océano.
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El director del circo descubrió que la mujer barbuda era, en realidad, un hombre. Para mantener el engaño le propuso matrimonio.
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El obstetra era primerizo. Tuvieron que ponerle a él la epidural.
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El mar estaba enfurecido. El barco hacía aguas. El capitán ordenó tirar por la borda todas las cajas de tila que había en la bodega.
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–Yo pago –insistí.
No fue por cortesía. Quería evitar que supiera que, antes de llegar ella, yo me había tomado tres tilas.
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Tengo un puñal clavado en la espalda, sí, pero prefiero no quejarme, porque la gente no soporta a los quejicas.
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Drácula se mira en el espejo y ve la cara de sorpresa de Mina Harker.
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Sus senos son mi cielo.
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No paraba de probar nuevos misiles y bombas. Cuando empezó la guerra, estaba desarmado.
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No la dejé que me diera un beso: no sentí que me lo hubiera ganado.
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Su amante no le deja ni a sol ni a sombra. No le da espacio. Narciso a veces se siente un poco agobiado.
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El manifestante denunció que la piedra que llevaba en la mano fue golpeada por el parabrisas del vehículo policial.
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El burro tropezó dos veces en la misma piedra. ¡Qué hombre!
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Mientras el cazador apuntaba al indefenso búfalo, el león se acercaba sigiloso al distraído cazador.
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No creí que pudiera soportarlo más. Menos mal que a la semana de estar en el nuevo colegio llegó otro alumno.
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Cuando ingresó en el reformatorio, descubrió cómo se había sentido el nuevo de la clase.
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El primer día, el nuevo se puso tan nervioso que confundió la puerta con la ventana. Fue su último día.
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Sacher-Masoch añora su infancia. Cada vez que su padre, oficial de policía, recibía un nuevo destino, él tenía que cambiar de colegio.
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La casa ha empezado a llenarse de hormigas. ¡Qué festín nos dimos!
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Cenicienta tuvo que ponerse a trabajar limpiando casas para pagar el zapato que había perdido.
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El hada le consiguió a Cenicienta un bello vestido, unos bonitos zapatos, un rápido carruaje, pero olvidó darle una invitación al baile.
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El príncipe era tan torpe bailando que le pisó los zapatos de cristal. Cenicienta acabó en el hospital.
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Apestaba a alcohol, no sabía bailar y sólo hablaba de sus caballos. Cuando Cenicienta se fue del baile, procuró no perder ningún zapato.
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La muñeca estaba tan sola que le consiguieron una niña para que jugara.
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Se habría salvado si, en vez de rezar, hubiera achicado agua.
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Era un bendito; no le gustaba molestar. Cuando el verdugo le cortó la cabeza, Dionisio la recogió del suelo y se dirigió al cementerio.
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La niña arrancó la cabeza de la muñeca. Conocidos los hechos, Hammurabi dictó sentencia.
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Caperucita llegó antes de lo previsto. El lobo aún no había terminado de devorar a su abuela.
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El cazador le rompió el corazón a la loba.
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DOBLE ALEGRÍA
El coche de mi cuñado ardió y mi vídeo consiguió casi quince mil likes en Instagram.
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La película era tan aburrida que la diputada encendió la tablet y reanudó la partida de Candy Crush.

Pidió reunirse con el director de Soto del Real. Le explicó que conocía una empresa que podría ocuparse del mantenimiento del edificio.

Para pulirlo, empezó a quitarle palabras al microcuento, hasta que lo dejó sin ninguna. Quedó inmejorable, perfecto.
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Betty era mi mejor amiga, pero no por eso tenía permiso para jugar con mis muñecas.
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Mi sobrina, señor juez, no tenía permiso para jugar con mi colección de muñecas de porcelana.
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HOLANDÉS ERRANTE
Olvidó en Róterdam las cartas de navegación.
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REVOLUCIÓN CONSERVADORA
El país dio un giro de 360º.
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El gato sintió el impulso de perseguir al ratón. Consiguió atraparlo. Sus genes, sin embargo, habían olvidado qué tenía que hacer con él.
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SCHRÖDINGER
El gato de mi mujer me hacía la vida imposible. ¡Lo que tuve que urdir para librarme de él!
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Cenicienta, que no sabía bailar, le clavó el tacón del zapato al príncipe. Acabó la noche en el calabozo.
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Antes de regresar a casa, para que su madre no sospechara, se blanqueo la zona de marcas del biquini.
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Mi marido tiene el estómago tan sensible que tengo que evitarle los bocados de realidad.
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A la famosa presentadora sólo le quedaban cuatro días de vacaciones. Tuvo que empezar a ir al salón de bronceado.
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IN EXTREMIS
Trató de repartir su dinero a los que se agolpaban en la puerta del infierno.
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París, 1867. La marquesa de Sivry, que ha pasado el verano en Biarritz, ha venido tan bronceada que le da vergüenza salir de casa.
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El tanoréxico y la tanofóbica se acabaron separando. Nunca se ponían de acuerdo sobre dónde pasar el verano.
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Regresó de las vacaciones sin broncear. Le obligaron a devolver la paga extra.
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–¿Dónde has pasado el verano? Estás blanquísimo.
–He estado a la sombra.
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Cada vez que venía su cuñado, rellenaba de jabón el bote de crema con factor de protección solar 30.
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Cuando Gregorio Sancha se despertó después de una larga siesta en la playa, se encontró convertido en una monstruosa gamba.
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Cuando estaba en el colegio, nada le gustaba más a Leopoldito Sacher que ser castigado por el director.
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Narciso deshoja una margarita.
–Me quiero, no me quiero, me quiero, no me quiero, me quiero, ¿no me quiero?
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El cuentacuentos traía unos pantalones deshilachados, llevaba la camisa por fuera, iba sin afeitar. Parecía desencuadernado.
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Se disparó el coste de la vida. Se disparó.
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AUTOPSIA
El difunto murió por un agujero de 1.000 millones.
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EL COLMO
Alguien vigilaba al Gran Hermano.
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Cuando Nattakorn Rattakul quiere matar el gusanillo del hambre, se come un gusano.
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TARJETA DE CRÉDITO
Lléveselo ahora, sea desahuciado después.
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Zoo de Madrid. Según los testigos, Antonio José García Moliner, poco antes de ser morir, exclamó:
–No es el león tan fiero como lo pintan.
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LO PREVISIBLE
–¿Y qué sucedió? –le pregunté.
–Lo previsible: la curiosidad mató al gato –respondió Schrödinger.
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REAL MADRID-LEGANÉS
Sorteo de campo. Gana el Leganés. Pide jugar el partido en el Municipal de Butarque.
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TENTATIVA DE SEDUCCIÓN
El cíclope trató de guiñarme el ojo.
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–Mi hermano quiere irse de casa y dejarnos desamparados a nuestros padres y a mí. ¡Es una cucaracha! –exclamó Grete Samsa.
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A Hammurabi todo lo que leía le parecía un ladrillo.
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Asurbanipal quemó la biblioteca de Nínive. Las tablillas cocidas quedaron duras como piedras.
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La sequía duraba ya varios meses. Le pidieron al gafe que dejara el paraguas en casa.
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TIEMPO RELATIVO
Los partidos en los que juega un equipo entrenado por Javier Clemente duran más.
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Por fin, a los cuarenta y seis años, me han dado un protagonista. Voy a ser Mario en Cinco horas con Mario.
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Pandora abrió la caja, la mujer de Barba Azul abrió la habitación prohibida y Pilar abrió el historial de mi ordenador.
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CAMBIO DE GÉNERO
Lo supimos cuando el doctor nos dijo que nuestra hija sufría el típico complejo de Edipo.
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Había un astronauta en medio de mi jardín.
–¿Qué hace ahí? –le pregunté.
–Me metí sin querer en un agujero de gusano.
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STEPHEN KING
Según la revista, leerle era un horror.
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FIRST DATES
Landru cenó con una viuda negra. Fatalmente congeniaron.