viernes, 21 de julio de 2017

¡Socorro!

Alicia empezaba a cansarse de estar sentada con su hermana a la orilla del río, sin tener nada que hacer. 

–Juguemos a los socorristas –propuso.

–¿Qué tengo que hacer? –preguntó su hermana.

–Arrójate al agua.

Cuando la vio mover desesperada los brazos, Alicia recordó que ninguna de ellas sabía nadar.

Microrrelato publicado en RELATOS EN CINCUENTA PALABRAS Y OTRAS MICROFICCIONES