lunes, 17 de julio de 2017

El increíble Hombre–Abeja

El doctor Walter Blum, eminente entomólogo, estaba a punto de resolver el problema de la muerte masiva de abejas. Después de años de solitario trabajo, había desarrollado una fórmula que las hacía resistentes a los peligros que las amenazaban. Cuando una de las abejas sometidas a tratamiento le picó, Walter no le dio mayor importancia: era un accidente al que estaba habituado. Sin embargo, al cabo de un par de días, descubrió que había adquirido asombrosas capacidades: un olfato increíble, visión infrarroja, la capacidad de desplegar alas membranosas y translúcidas. Decidió poner esas habilidades al servicio de la humanidad, por supuesto. Realizó el diseño de un hermoso traje negro y amarillo y se lo entregó a la señora Zhang, la vecina que le solía hacer arreglos en la ropa, para que se lo cosiera. Cuando tuvo el traje listo, se lo puso: le sentaba como un guante. Walter estaba impaciente por iniciar su carrera de superhéroe. Voló zumbando a resolver su primer caso, un robo a mano armada. También fue el último: cometió el error de clavarle su aguijón al ladrón.