sábado, 24 de junio de 2017

El cirio

Un día, cuando era niño, mi madrina me enseñó el cirio que encendió durante mi bautizo. Le hice notar que apenas si estaba consumido. Me dijo que se había apresurado a apagarlo cuando acabó la ceremonia. Añadió que, si el cirio se gastaba, mi tiempo acabaría. Me lo tomé a broma, por supuesto. Sin embargo, no pude olvidar sus palabras. Hace unos días la visité. Aprovechando un descuido, cogí el cirio. Lo acabo de encender. Estoy observando cómo se derrite. Recuerdo las palabras de mi madrina. Sé que sólo quería asustar a un pobre niño. No sucederá nada cuando se acabe el cirio. Casi está consumido… Ya, ya se apagó. Nada ha ocurri

Microrrelato publicado en Elbicnaranja.wordpress.com